Escéptico como de costumbre, me sometí a un
análisis grafológico (!?) del cual no esperaba más que definiciones merecedoras de una fracción del Horóscopo de algún matutino de tirada nacional.
Resultado inicial: Atónito ante la precisión. Me ve tal como soy! Nace la web 3.0! El fin de la psicología!
Cuestionamiento inmediato posterior: Mhmmm... un segundo. ¿Y si mi tipografía fuera absolutamente distinta? Cambiaré las opciones elegidas y...
Nuevo resultado: Sigue encajando perfectamente. Acá hay algo que está mal.
Perogrullo informa que, al igual que en los horóscopos, éstos "análisis de personalidad" gitanos hacen uso y abuso de generalizaciones que bien pueden caberle a cualquiera.
Ejemplo:
Reflexivo, en busca de orden interior. Analítico. Curioso e intelectual, con gran capacidad de observación. Preciso. Rápido en sus ideas y movimientos. Modesto.
Un lujito, pero... ¿cuántos tomarían ésto como cierto?
Ahora sólo resta que algún mico cree en Facebook el grupo "El análisis grafológico a mi también me dijo que soy una maravilla" y que miles se agreguen día a día.
Resultado final: Escéptico como de costumbre. Misántropo por definición.